La llegada del coronavirus nos ha puesto en guardia a todos. No es extraño que, en las comparecencias de prensa, los mandos militares y policiales empleen términos bélicos, ya que en esta batalla cada país pone sobre la mesa todas las armas que tiene, sean del tipo que sean.
La tecnología puede jugar un papel clave en la lucha contra el coronavirus, y algunos de sus sectores asociados más todavía. Es el caso de las smart cities, que si ya llevaban años posicionándose como una tendencia ineludible para ciudades y administraciones públicas, en esta situación cobran un nuevo protagonismo. Porque las smart cities pueden luchar contra la pandemia con aplicaciones como estas.
Control de tráfico
Pese a que las limitaciones de movimiento no afectan específicamente a los coches, sí es cierto que los agentes policiales controlan el tráfico urbano y, sobre todo, las entradas y salidas en periodos estacionales (puentes, fines de semana…). Es por ello que los semáforos (en ámbito urbano) o los detectores de velocidad (en ámbito interurbano) pueden incluir sensores que evalúen y lleven el control del tráfico de vehículos para conocer su estado en todo momento.


Tránsito callejero
Los peatones sí que tenemos restricciones serias de seguridad, que afectan tanto a la forma en que nos movemos (individualmente) como a la seguridad de dichos movimientos (separación de seguridad). Por ello, tanto el mobiliario callejero (semáforos, pasos de cebra) como los propios establecimientos esenciales (supermercados, farmacias, entidades financieras..) podrían llevar a cabo un mejor control de tránsito si incluyeran sensores de movimiento que les permitan asegurarse de que todos los ciudadanos cumplen las debidas normas de seguridad.
Monitorización de pacientes y recursos
El gran trabajo en torno al covid-19 transcurre, sobre todo, en los centros sanitarios: hospitales, hoteles medicalizados, residencias de mayores y hospitales de campaña. En todos ellos, la tecnología de las smart cities puede ser muy útil. Por ejemplo, con dispositivos conectados que monitoricen el estado de salud de todos los pacientes (para prever altas y bajas) y los recursos disponibles (camas, plazas de UCI, material médico para los profesionales, etc.).
Gestión de stocks
Lo supermercados están soportando unos niveles de carga especialmente inusuales estas semanas. Ante el aumento de personas que van a hacer la compra, el suministro de alimentos parece totalmente controlado, pero su gestión podría ser más eficiente. Los supermercados podrían contar con dispositivos que monitoricen el stock de sus almacenes y realizar nuevos pedidos de manera automática cuando empiecen a bajar las existencias. Del mismo modo, las propias estanterías de cada establecimiento podrían controlar telemáticamente la cantidad de productos disponibles para poder ser repuestas sin necesidad de que un empleado tenga que controlar su capacidad de manera presencial.