Ha sido una de las noticias del verano más extraño de la historia: desde el pasado 20 de agosto, la madrileña Puerta del Sol es totalmente peatonal, ya que ha cerrado su paso por completo al tráfico rodado. Actualmente permanecen cerradas a los coches la calle Mayor, Alcalá entre Sevilla y Sol, la carrera de San Jerónimo desde la Plaza de Canalejas y las vías entre la calle de la Cruz y la Carrera de San Jerónimo, es decir Espoz y Mina y Victoria.
Y esto irá más allá, ya que esta medida se ha llevado a cabo sin hacer obras de ningún tipo, pero en 2021 se completará este proceso para convertir toda la zona de Sol en un espacio 100% libre para los peatones. Lo cierto es que, por mucho o poco que pueda sorprendernos lo de Sol, Madrid no forma parte de ninguna rara excepción, sino precisamente de la norma. Muchas grandes ciudades, especialmente europeas, están optando por liberar de coches el centro de sus urbes para mejorar la movilidad de sus peatones. Estas son algunas de las ciudades más importantes del mundo que decidieron peatonalizar por completo el centro o algunas de sus zonas más emblemáticas.
Copenhague (Dinamarca)
Hablar de movilidad ciudadana es hablar inevitablemente de Copenhague. No solo porque sea una ciudad idónea para los usuarios de bicicleta, sino también porque, desde hace muchas décadas, ha luchado para que sus calles sean el mejor modo de transporte para sus propios ciudadanos.
La ciudad cuenta con un récord histórico: albergar el tramo peatonal más largo del mundo. Se trata de la calle Strøget, en pleno centro de la capital, cuya peatonalización ocupa nada menos que 1,1 kilómetros de longitud. Y lo más curioso es que no se trata de algo precisamente nuevo: el ayuntamiento de la principal ciudad de toda Dinamarca comenzó esta labor en 1962. Eso sí, fue un experimento para ver cómo reaccionaba el modelo de viabilidad y, a la vista de los resultados, ha acabado siendo un éxito total y absoluto.


Nueva York (Estados Unidos)
Seguramente uno de los ejemplos más curiosos de la historia reciente. ¿Por qué? Porque cuando el exalcalde de la ciudad Michael Bloomberg se planteó peatonalizar parte del centro no las tenía todas consigo: pensaba que eso podría enfadar a los conductores, además de provocar un parón de la actividad comercial en diversas zonas de una de las ciudades más importantes del mundo en dicho sector.
Así pues, Nueva York decidió hacer un experimento: peatonalizaría dos de los tramos más ruidosos de Broadway, en pleno Manhattan, pero lo haría con cierto miedo: en vez de acometer una gran obra, simplemente decidió poner unas vallas que impidiesen el tránsito de coches, de modo que, si el experimento salía mal, podían volverse atrás. Ya pueden imaginar que la iniciativa no solo no salió mal, sino que de hecho fue el comienzo de muchas otras peatonalizaciones a lo largo y ancho de la ciudad.


Ciudad de México (México)
Ciudad de México pasa por ser una de las ciudades más bulliciosas del mundo. Su gran circulación de coches, la masificación y la contaminación han hecho de la ciudad una urbe muy difícil de gestionar si eres un simple peatón. Pero, pese a que aún queda mucho por hacer, hace tiempo decidió empezar a ponerle remedio a esta situación.
En 2009, el ayuntamiento se gastó cerca de 1,5 millones de euros en peatonalizar y cerrar al tráfico la calle Madero, una de las más transitadas y céntricas de toda la ciudad. A conductores y comerciantes no les entusiasmó la medida, pero el tiempo ha dado la razón al consistorio: el tráfico no se ha congestionado y, a día de hoy, cerca de 250.000 personas pasan a diario por esta calle. Además, la ciudad ha ido peatonalizando otros 11.500 metros cuadrados distribuidos por todas sus calles. Y Guadalajara, la segunda ciudad más poblada del país, se ha animado y ha hecho lo mismo con dos kilómetros de sus calles más céntricas.


Moscú (Rusia)
¿Quién habría pensado que Moscú es una ciudad altamente peatonalizada? Cualquiera que no la haya mirado con detalle. La ciudad comenzó esta andadura en la década de los 90, cuando cogió una de sus calles más emblemáticas, Vieja Arbat, y la cerró por completo el tráfico de vehículos. Se trata de una calle bastante turística, así que no hubo tanto revuelo como el que hay en otras ciudades. Pero aquello no había hecho más que empezar.
La revolución peatonal rusa comenzó en 2012, cuando se realizó un plan específico para ello, empezando por varias calles cercanas al Kremlin. Eso sí, los moscovitas de toda la vida han encontrado motivo para la queja: la peatonalización ha hecho que muchas de sus calles, que conservaban la belleza arquitectónica de la historia, hayan cambiado, sean cada vez más comerciales y, en definitiva, hayan encarecido el barrio.


Buenos Aires (Argentina)
Al igual que Ciudad de México, Buenos Aires también ha sido una ciudad tradicionalmente bulliciosa en cuanto al tránsito de coches y otros vehículos. Los organismos públicos del país cada vez son más conscientes de la importancia de peatonalizar varias zonas, pero la ciudad se lo toma con calma. Eso sí, ha empezado fuerte.
Todo comenzó en el microcentro de la ciudad, donde está la sede del gobierno argentino y un sinfín de edificios y oficinas, pero muy pocas viviendas particulares. Ahora bien, el cierre no fue total: se dejó pasar a taxis y autobuses. La medida tardó en calar, ya que al principio muchos conductores incumplían la normativa y se llevaban grandes multas, pero a día de hoy el respeto por la norma es mayoritario y la ciudad ya está preparada para ampliar sus zonas peatonales.

