Reinventarse o morir. La pandemia del covid-19 ha hecho tambalear los cimientos de infinidad de empresas, muchas de ellas relacionadas con el turismo. Y después de tres largos meses sin apenas actividad y una importante reducción en los ingresos —que todavía siguen sufriendo—, muchos negocios están buscando soluciones que les permitan adaptarse lo antes posible a la ‘nueva normalidad’ para garantizar su supervivencia. En esa búsqueda, el sector hotelero ha encontrado una fórmula para conseguir cuadrar sus cuentas: combinar espacios flexibles de trabajo y pernoctaciones.
«La industria hotelera es un sector dinámico que en los últimos años ha desarrollado una gran variedad de productos para adaptarse a los nuevos requerimientos de una demanda en constante cambio.»
Jorge Ruiz, director de Hoteles de CBRE
Esta relación simbiótica entre oficinas y hoteles se ha desarrollado durante años. El distanciamiento social y la transición hacia una cultura de trabajo que consistirá principalmente en trabajar a distancia han acelerado la tendencia. Pero, ¿y los espacios de ‘coworking’? Es cierto que ya existen empresas que gestionan espacios flexibles, pero su modelo es rentable sobre la base de alquilar de forma semanal o mensual.
¡Y ahí está precisamente la oportunidad! Cubrir la necesidad de oficinas por horas o días, que actualmente cuenta con una oferta limitada y una demanda en aumento. El objetivo es que sea igual de sencillo reservar un espacio para trabajar que una habitación de hotel.
«Los espacios flex sin duda aportan un solución a uno de los problemas no resueltos del sector hotelero: cómo rentabilizar espacios físicos del hotel en desuso o con un uso residual. Nuestra visión es que los espacios flex han venido para quedarse en el sector hotelero: responden perfectamente a una nueva necesidad de la demanda.»
Jorge Ruiz, director de Hoteles de CBRE
Tecnología y espacios flexibles
Tecnología y espacios flexibles, una fórmula que los hoteles pueden implementar de manera relativamente sencilla. Habitualmente los hoteles cuentan con buena localización, están especializados en recepción, hospedaje y servicios adicionales, y a menudo proporcionan sus instalaciones para organizar reuniones o eventos.
Ahora, con el covid, la implementación del teletrabajo y la incertidumbre en las empresas, vemos un creciente interés en soluciones flexibles. Alternativas para el trabajo desde casa y para evitar obligaciones contractuales a largo plazo. Los hoteles son expertos en hospitality y con sus servicios de valor añadido (gimnasios, spas, F&B, salas de reunión y servicios de mayordomo) ya actuaban como una especie de coworking. El viajero de negocio ya usaba el lobby para trabajar y el bar para encontrarse clientes. Es más, algunos hoteles ya tenían ofertas de coworking incluso antes del covid.
Jesse Derkx, director de Agile Practice en CBRE
Casos de éxito
En España, B&B Hotels ha sido la primera en adaptar las instalaciones de 33 de sus alojamientos. Lucía Méndez-Bonito, consejera delegada de la compañía en España y Portugal, explica que «tras la crisis sanitaria hemos detectado la necesidad creciente de encontrar un lugar de trabajo tranquilo, cómodo y con una red wifi que permita mantener videoconferencias a un precio asequible». Por ese motivo, ponen a disposición de autónomos y empresas un sistema de alquiler de habitaciones por días con mobiliario de oficina, wifi, impresora, baño privado, etc. Todas ellas desinfectadas con el protocolo «Safe for Everyone».
Pero la cadena francesa no es la única que ha optado por adaptar sus hoteles. La perspectiva de varios años sin la afluencia de turistas de antaño está llevando a que otros grupos como Accor, Iberostar o Marriott hayan comenzado a transformar sus habitaciones vacías en espacios de oficina.
Incluso Meliá, que cuenta con 140 hoteles en España, está apostando por una nueva línea de negocio. ‘Day Stay’ permite al cliente hacer uso privado de la habitación y disfrutar de los servicios del hotel durante el día con un rango de precios desde 49 a 109 euros. “La iniciativa se ha puesto en marcha en destinos urbanos. Debido al desplome de los viajes de negocios y las restricciones de movilidad, se buscan nuevas fórmulas para mejorar ocupación e ingresos con el público local como principal objetivo”, explica André Gerondeau, COO de Meliá Hotels International.
Otros grupos como Artiem dan un paso más allá. Apuestan por un modelo ‘Workbeing’, que combina el teletrabajo con la cultura del bienestar ofreciendo a los “huéspedes” un gimnasio totalmente equipado, con servicio de masajes, ‘masterclass’ de yoga y pilates, entrenador personal, y otros servicios que complementan la experiencia del teletrabajo.
De la «hotelización» a la «coworkización»
Solo el tiempo dirá si esta se convierte en una adaptación temporal o si perdurará en la era poscovid. Teniendo en cuenta que durante los seis primeros meses del año el volumen de inversiones en este segmento ha descendido a la mitad en comparación con el mismo periodo del pasado ejercicio, parece claro que los espacios flexibles se han convertido en una oportunidad para optimizar las áreas de bajo rendimiento dentro de los establecimientos.
«Antes del covid, hablábamos de la ¨hotelización¨ de los espacios de trabajo. Es decir, introducir más aspectos de un hotel dentro del lugar de trabajo», dice Jesse Derkx. ¿Estaremos ahora hablando de la «coworkización» de los hoteles?

