El impacto de la cuarentena
El confinamiento en toda España y gran parte del mundo ha traído consigo una recesión y una parada de la actividad productiva casi sin precedentes, solo equiparable a la de 2008. En este contexto, escasean las buenas noticias, aunque esto no excluye que ciertos hechos tengan su lado optimista. Uno de ellos es la significativa reducción de la contaminación en todo el mundo.
China e Italia reducen su contaminación
El primer sitio donde se notó esta caída fue, como no podía ser de otra manera, en China. Según un análisis realizado por CarbonBrief, el país asiático redujo su huella de carbono en nada menos que un 25% durante el confinamiento y la cuarentena de sus ciudadanos en aquellas semanas.
Otros países, en este caso europeos, también lo han notado. La Agencia Espacial Europea (ESA) difundió hace unas semanas unas imágenes de satélite que demostraban un hecho: desde que comenzó la crisis del coronavirus en Italia, el país había reducido de manera muy significativa los niveles de dióxido de nitrógeno, es decir, la contaminación de su espacio aéreo.
(European Space Agency, ESA)
España reduce su contaminación del aire y acústica
¿Y en España qué ha pasado? ¿Contamos con datos para ver la evolución de la contaminación? Lo cierto es que sí.
De un simple vistazo a cualquiera de las 23 estaciones de control de calidad de aire en tiempo real que tiene en su portal el Ayuntamiento de Madrid, podemos apreciar una calidad de aire “Muy Buena” en contraste con lo que sucedería cualquier jueves del año a las 19:00 horas (momento en el que se está escribiendo este artículo).


Si hacemos un zoom por ejemplo en la estación que hay en el Paseo de la Castellana, a la altura del Museo de Ciencias Naturales vemos unos niveles de calidad de aire equivalentes a los que podríamos encontrar en cualquier paraje natural a más de 100 km del centro de Madrid, y probablemente con niveles de ozono inferiores.


Lo mismo sucede en Valencia, donde según un informe difundido por la Universidad Politécnica de Valencia (UPV), nuestro país ha pulverizado, a la baja, los niveles de contaminación en el aire.
Las cifras hablan por sí solas. Si comparamos la acumulación de dióxido de nitrógeno de las grandes ciudades entre el periodo del 10 al 14 de marzo y del 15 al 20 del mismo, veremos una caída significativa.
Otro factor importante en el bienestar de las ciudades es su contaminación acústica. La ausencia de tráfico rodado y de otras actividades han hecho descender los niveles hasta unos umbrales desconocidos en las grandes ciudades. En el siguiente gráfico podemos ver que en el mismo centro de una ciudad como Madrid los niveles de ruido por fin se acercan a los máximos indicados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como inocuos para la salud (53 dB).


En lo que respecta a ciudades concretas, Barcelona se lleva la palma, ya que su contaminación bajó en un 83%, seguida de otras como Castellón (76%), Madrid (73%) o Alicante (68%).


¿Y la huella de carbono? ¿La hemos reducido? Todavía no se puede medir con certeza, ya que depende de muchos factores aún por evaluar como el descenso en el consumo de ciertos productos o servicios. Sin embargo, hay algunas estimaciones: de 2018 a 2019 España ya la redujo en cerca de un 5%, según los informes Estimación de las emisiones de CO2 en España en 2019 y Adiós carbón, adiós, publicados por el Observatorio de Sostenibilidad.


El reciente informe sobre movilidad que ha publicado Google ya recoge una reducción en la movilidad por encima de un 90% en algunas actividades y superior al 60% en los desplazamientos al trabajo, lo que apunta unas reducciones drásticas en las emisiones de C02 por causa del transporte, que ya de por sí son superiores al 30% del total.
Para este año, el propio Observatorio prevé “una caída espectacular” de dicha huella, ya que al aumento de concienciación habrá que sumar la lógica reducción de consumo provocada por el confinamiento. En cualquier caso, todos podemos medir nuestra propia huella ambiental: si quieres, puedes hacer la operación en esta calculadora personal.
Luis Cabrera
Director Energy & Sustainability
CBRE Spain