A medida que la sociedad va desarrollándose, las ciudades crecen conforme a las nuevas necesidades que surgen entre la población. La pandemia, que ha cambiado radicalmente nuestras rutinas, también ha producido alteraciones en la forma de relacionarnos con nuestro entorno urbano. Así, motivada por las restricciones de movilidad, ha aflorado de nuevo la vida de barrio.
En este contexto, la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, ya está implementando en la capital francesa el modelo de ‘ciudad de 15 minutos o cuarto de hora’. “Es una ciudad de barrios donde puedes encontrar todo lo que necesitas a 15 minutos de tu hogar. Esta es la condición para la transformación ecológica de la ciudad, al mismo tiempo que mejora la vida cotidiana de los parisinos», explicó hace un año a través de su cuenta de Twitter. De este modo, se priorizan los desplazamientos a pie y en bicicleta en radios próximos.
Sin embargo, en esta idea de descentralizar las áreas urbanas, Suecia ha dado un paso más allá y plantea ciudades de un minuto. El proyecto Street Moves pretende que nuestro día a día se desarrolle en una misma calle. Se centra en los espacios más allá de la puerta de cada edificio, así como de los vecinos adyacentes. Una modelo hiperlocal cuyo principal propósito es lograr ciudades más sostenibles, saludables y vibrantes de cara a 2030.
La iniciativa está liderada por Vinnova, organismo nacional sueco de innovación, y el Think Tank de diseño ArkDes. Se investigan dos grandes factores:
- qué ocurre en una ciudad si se eliminan los espacios dedicados a los coches, en favor de peatones, ciclistas y otros medios de transporte más respetuosos con el entorno como patinetes;
- y cómo conseguirlo sin que la ciudad considere que está perdiendo plazas de aparcamiento.


Un “Lego” de madera
“Street Moves consiste en ‘kits’ de mobiliario urbano interactivos que cambiarán la forma en que usamos las calles de la ciudad. Con la ayuda de estos módulos, tanto los ayuntamientos como los vecinos pueden crear rápidamente diferentes espacios. Un espacio para jugar, un gimnasio al aire libre, centros sociales, pequeños jardines y huertos, portabicicletas y patinetes o cualquier otra actividad que le dé vida a la calle”, explican desde ArkDes. Sus creadores definen estos módulos de madera como bloques de Lego. Se pueden construir en unas cinco horas conforme al área disponible y las preferencias de los habitantes. Y es que la idea es que estos se conviertan en coarquitectos de sus calles. Que sean ellos quienes decidan mediante talleres y consultas qué plazas de aparcamiento son prescindibles y cuáles no, además de a qué dedicar esos espacios ‘robados’ a los vehículos.
El primer caso de éxito lo vemos en los barrios de Estocolmo. Estas terrazas modulares, flexibles y respetuosas con el medioambiente ya se han convertido en lugares de reunión y descanso para sus vecinos. De hecho, Olle Lundberg, uno de los diseñadores del proyecto, reconocía en The Guardian que, de camino al trabajo, pasaba todos los días frente a uno de esos bloques situados en la capital sueca y observaba cómo “la gente se detenía a sentarse y a hablar, especialmente los adolescentes de 13 o 14 años. Es increíble la manera en la que usan ese espacio”. Pero no es un fenómeno aislado, otras ciudades como Gotemburgo también experimentan esta tendencia; el dueño de un establecimiento de hostelería reconocía que durante los días soleados del fin de semana los bancos y mesas de picnic colocados frente a su restaurante estaban repletos de gente.
ArkDes afirma que ha aumentado un 400% el movimiento de la ciudad en torno a estos módulos. Una cifra que parece estar respaldada por el 70% de los habitantes de Estocolmo que consideran muy positiva esta iniciativa. Esta buena acogida está permitiendo que Street Moves llegue a otras partes del país escandinavo. Como por ejemplo Helsingborg, donde el bloque se ubicará a las puertas de un centro educativo. “Lo hemos concebido como un estilo sofá donde los estudiantes puedan pasar un rato tanto antes como después de las clases. Será muy interesante ver cómo funciona”, explicaba Lundberg.


La accesibilidad, factor clave para la retención de talento
Tanto el modelo sueco como el parisino son dos ejemplos de cómo la proximidad poco a poco se está convirtiendo en un elemento fundamental en la organización de las ciudades. Iniciativas que quizá hasta hace un año resultaban utópicas, pero que ahora van ganando terreno. Una manera de repensar y equilibrar el lugar donde vivimos, siempre respetando el entorno que nos rodea.
«Uno de los aspectos calve de las ciudades que liderarán el futuro será su capacidad para atraer talento. En este sentido, la ciudad de los 15 minutos es la estructura de ciudad perfecta para lograr este objetivo», nos comenta Xavier Güell, director de la oficina de CBRE Barcelona. «El talento buscará más que nunca vivir y trabajar en las ciudades, y empresas que les ofrezcan ante todo mayor calidad de vida. Es por ello que las reducciones del commuting diario y los criterios de sostenibilidad serán algunos de los aspectos más decisivos para atraer al mejor talento».
En la ciudad del futuro, los barrios pasan a ser el marco de referencia y los desplazamientos en bicicleta y a pie los medios de transporte más relevantes.