Todos crecemos cerca de calles con un significado propio y una idiosincrasia particular: la calle de los museos, la de los bares, la de los parques, la de las oficinas de grandes empresas… Sin embargo, a menudo ocurre que, con el tiempo, algunas acaban resignificándose y adoptando una nueva vida.
España cuenta con algunos ejemplos de calles o distritos que siempre se caracterizaron por un hecho concreto y han conseguido cambiarlo con el tiempo. Estas son algunas de ellas:
1. Ponzano (Madrid)
El barrio de Chamberí es quizá uno de los más llamativos de Madrid. Se trata de un barrio de rentas generalmente altas, aunque con algunas diferencias respecto al barrio de Salamanca: mientras este suele tener una vida muy activa, Chamberí suele ser más tranquilo, con un carácter principalmente residencial -además de con una media de edad visiblemente superior-. Pero hay algo que ha trastocado este perfil.
En los últimos años, la calle Ponzano se ha convertido en un epicentro de gente joven que se reúne en torno a la infinita lista de bares y restaurantes que copan la calle de manera única, ya que sus calles colindantes no mantienen, ni de lejos, el mismo aspecto. Ahora Ponzano es una calle viva y llena de significado del nuevo estilo de vida madrileño.


2. Jorge Juan (Madrid)
Se trata de una de las principales calles del barrio de Salamanca, aunque siempre muy por debajo de otras más famosas como Serrano o Velázquez. Frente a la estética habitual de tiendas de grandes marcas y oficinas de grandes empresas, Jorge Juan ha conseguido posicionarse como un lugar idóneo para retailers y marcas de gama media-alta que buscan diferenciación.
Además del Retail, Jorge Juan también alberga varios de los mejores hoteles de la zona, además de las terrazas más famosas de todo el barrio. Con el tiempo, la calle Jorge Juan se ha convertido en la más activa de este distrito, acogiendo tanto a vecinos como a trabajadores de los alrededores. Probablemente la clave del éxito haya sido la perfecta combinación de los diferentes usos (residencial, retail, hoteles y oficinas), permitiendo que la calle esté viva los siete días de la semana.
3. El Raval (Barcelona)
El Raval nunca ha sido uno de los barrios mejor tratados de Barcelona, precisamente. Sin embargo, la progresiva llegada de inmigrantes y la eclosión de la zona ha supuesto algo similar a lo ocurrido en el madrileño barrio de Lavapiés. A día de hoy, El Raval es una de las muestras de que Barcelona se ha convertido en una ciudad que acoge a todo el mundo.
Como si de un mercado internacional se tratase, en el nuevo El Raval puedes conocer varias culturas de todo el mundo en muy pocos kilómetros cuadrados: comercios de todas las nacionalidades, vecinos conviviendo entre sí y un crisol de culturas muy difícil de igualar, todos ellos adornados por uno de los centros que más vida le da al barrio: el mítico Mercado de la Boquería.


4. Tetúan (Sevilla)
Hasta 1991, la sevillana calle de Tetuán era un ir y venir de gente, aunque no con mucha tranquilidad: muchos comercios, mucho tráfico y una densidad de población que no paraba de crecer. Fue entonces cuando el ayuntamiento se marcó un objetivo: peatonalizar la calle para darle un nuevo significado.
La medida tuvo detractores pero ha resultado un éxito. Tetuán pasó de ser un calle de paso a convertirse en una calle en la que estar, en la que permanecer. Tanto los comercios (la mayoría de ellos tradicionales) como los bares y lugares de ocio de la zona agradecen que, a día de hoy, la calle Tetuán sea un epicentro cultural de la ciudad.
5. Plaza de Lugo ( A Coruña)
Galicia es una de las comunidades que siempre ha tenido un carácter muy marcado y difícil de cambiar. Sin embargo, la plaza de Lugo, que siempre vertebró a varios de los comerciantes tradicionales de la zona, fue perdiendo peso e identidad con el paso del tiempo, quedando casi abandonada a su suerte. Eso fue hasta 2007, cuando el ayuntamiento decidió remodelarla y convertirla en la nueva ‘milla de oro’ de A Coruña. Desde entonces la plaza y sus alrededores han sabido conjugar el mantenimiento de grandes cadenas multinacionales y la coexistencia de sus mejores habitantes: los comercios de toda la vida.