La pandemia del COVID-19 ha paralizado el mundo. El confinamiento de la sociedad, la distancia de seguridad entre personas, lavarse las manos a conciencia, el uso de mascarilla y guantes, etc., son todas acciones y medidas que el mundo en su conjunto ha tenido que adoptar para hacer frente al coronavirus. Pero, ¿se quedarán con nosotros cuando hayamos superado la pandemia? ¿Hasta qué punto asimilaremos estas medidas como parte de nuestra cultura? ¿Nos iremos convirtiendo en Japón?
Limpieza e higiene en la sociedad japonesa
La limpieza en Japón puede diferir un poco de las sociedades occidentales, en particular porque es más frecuente. Los hogares japoneses siempre se mantienen en condiciones impecables, ya que se ve como una falta de moral tener un hogar sucio. Debido a que la gente se esfuerza por mantener sus hogares limpios, es una cortesía común ayudarles a mantenerlos así, teniendo máximo cuidado en no ensuciar nada.
Un lema que se repite mucho entre los japoneses es: «Nadie más lo hará, mantendremos la higiene pública». Desde la escuela primaria en Japón, los estudiantes son educados en la higiene común. Limpiar es parte de la educación en muchas escuelas: la ley y el orden es algo muy importante en Japón y es importante para los niños japoneses limpiar sus aulas todos los días.


La limpieza como una virtud se aprende a una edad temprana. Uno de los programas de televisión más populares para niños menores de cinco años es Apanman. El principal villano de Apanman es Baikinman, u «Hombre Germen». Algunos sociólogos han señalado que desde que son bebés, los niños japoneses están expuestos a los batchii (una palabra infantil para «sucio») y la visión del mundo para los niños se traduce en elementos batchii y no batchii.
«Casa sin ventanas»
En Japón es popular la mado no nai ie, una tipología de vivienda contemporánea, que literalmente significa “casa sin ventanas”. Se trata de una vivienda totalmente cerrada al exterior, y por tanto más difícil de ser penetrada por agentes externos como suciedad o contaminación. La vida de la casa entera se vuelca a un patio central interior.


Reciclaje extremo y tratamiento de residuos
El reciclaje y la limpieza del entorno están escrupulosamente organizados en Japón. Ya no sólo se trata del cubo de basura adecuado, sino que todos los tipos de basura están claramente clasificados desde los materiales no combustibles, no combustibles o plásticos, productos enlatados, vidrios rotos, artículos domésticos.
En cada edificio de viviendas hay un cuarto de reciclaje, donde cada residuo es separado minuciosamente. Las mascarillas, pañales, compresas, etc., se depositan en una bolsa plateada opaca, que después se precinta. Por lo tanto, la gente tiene que pensar cuidadosamente antes de tirar el tipo correcto de basura en su contenedor correspondiente, si no quiere ser multada o castigado con la taimada ira de sus vecinos.


El transporte público
El sistema de transporte público de Japón está clasificado como uno de los mejores del mundo. Todos los tipos de trenes y autobuses son seguros y especialmente limpios. Los taxistas limpian regularmente sus coches mientras esperan a sus próximos clientes y siempre están orgullosos de su coche limpio. Además, las puertas se abren y cierran de manera automática, evitando el contacto con las manos.
La red de trenes pública cuenta con un sistema de cámaras térmicas, que, sin ser invasivas y prácticamente imperceptibles, detectan personas con más temperatura de la normal. No es raro que cuando viajas en metro o tren puedas ver en la parada de alguna estación cómo el personal de seguridad y salud entra al vehículo e invita a algún pasajero a abandonarlo y acompañarlos.


Las oficinas blancas
En cuanto a espacios de trabajo contemporáneos, en Japón se apuesta en muchos casos por los “espacios blancos”, que van más allá de oficinas con las paredes pintadas de blanco, y son el resultado de una aplicación algo literal de la filosofía Lean. Se trata de oficinas estandarizadas completamente blancas, limpias e iluminadas con los elementos imprescindibles para desarrollar el trabajo, pero dotadas con la última tecnología en cuanto a equipos e instalaciones. Un buen ejemplo para entender este tipo de arquitectura son los espacios PMO (Premium Midsize Office) en Tokio.
Sin embargo, frente a estos espacios homogéneos, cada vez está más presente la apuesta por la biofilia en el diseño contemporáneo japonés para oficinas y espacios comerciales. En este diseño destaca la fuerte presencia de vegetación, que además de purificar el aire, actúa como elemento separador entre personas.


En resumen, ¿nos convertiremos en Japón tras el coronavirus?
Julia Ayuso
Ph. D. Researcher
CBRE Spain