La situación en la que teletrabajamos actualmente no es ni mucho menos una situación perfecta. Nos hemos visto obligados a activar este mecanismo de 0 a 100% y muchas compañías no han tenido la oportunidad de preparase previamente, por lo que la experiencia que estamos viviendo, dista mucho de cómo sería la situación con la preparación adecuada.
A la hora de enfrentarnos al teletrabajo hoy en día en nuestras casas, nos gustaría haceros llegar algunos mensajes que impactan en varias dimensiones:
La cultura organizativa, los procesos y medios disponibles, y el negocio.
A nivel individual es importante establecer un horario que nos ayude a mantener un orden y que actuemos de la misma manera que cuando acudimos a la oficina, con nuestras rutinas de aseo y vestirnos de manera cómoda, pero manteniendo una imagen profesional. Debemos procurar hacer pausas para desconectar y cuidar de nuestra salud, comiendo de manera saludable, procurando beber agua con regularidad y realizar algo de ejercicio.
Seleccionar un espacio dentro de nuestras posibilidades que nos permita establecer nuestro puesto de trabajo temporal, donde tengamos una buena iluminación y podamos trabajar en una postura cómoda y ergonómica.
Una de las tareas clave para este periodo es establecernos un plan de trabajo y objetivos a corto y medio plazo. Continuar con el servicio y proyectos que tenemos en marcha y, si esto no fuera posible, desarrollar iniciativas internas que nos vayan a ayudar una vez podamos reestablecer nuestra actividad habitual, o bien estudiar cómo podemos ayudar a otros equipos para minimizar el impacto económico de la compañía.
A la hora de planificar nuestro día, funciona muy bien alternar diferentes tareas para mantener nuestra mente activa, combinar momentos de concentración, con otros más de gestión o trabajo en colaboración con otras personas.
Es importante empatizar y humanizar, ser conscientes de que no estamos en un escenario perfecto.
Para el trabajo en equipo, es bueno buscar momentos de coincidencia que nos encajen a todos y dar visibilidad sobre nuestra disponibilidad, aprovechar las herramientas corporativas para colaborar y familiarizarnos con su uso lo antes posible.
La comunicación en estos momentos cobra relevancia y positivar los mensajes al máximo. Una de las cosas que más contribuye a la cercanía es el uso de videoconferencias frente al uso del teléfono. También nos pueden ayudar a normalizar la situación, aunque debemos elegir con el equipo los canales más adecuados para interactuar.
Es importante en este periodo empatizar y humanizar, ser conscientes de que no es un escenario perfecto y que las personas con las que interactuamos pueden tener unas situaciones más complejas por motivos familiares o por el entorno que les rodea. También hay que tener en cuenta que nuestros clientes o colaboradores pueden estar sufriendo un impacto importante en su negocio, por lo que debemos ser flexibles y adaptarnos.
Surgen nuevos roles en los equipos que debemos identificar: pueden ser buenos facilitadores para guiar al equipo en cuanto al uso de herramientas o acompañar a personas que acaban de incorporase a la compañía y por tanto necesitan apoyo.
Una de las cosas más positivas que hemos observado, es que nos hemos vuelto mucho más globales, y esta situación de trabajo deslocalizado hace que suponga lo mismo trabajar con una persona que está habitualmente junto con nosotros en la oficina, o en otro país. Es bueno aprovechar este aprendizaje para el futuro.
Raquel Guijarro
Head of Workplace Strategy Department
CBRE | Advisory & Transaction Services